lunes, 12 de septiembre de 2016

Sin despedir

Fue un 10 de abril en la madrugada, cada llamada que recibía sentía que sería esa llamada tan impertinente que acosaba mi hogar, esta vez fue la ultima que sentiría esa sensación tan sofocante que me paraba el corazón por unos momentos. "Tu abuela se puso muy mala, es tiempo de ir a verla"  Dijeron, mientras saltaba dentro de mis pantalones para ir corriendo, al llegar al lugar, todo era tan frio y tan lento, el aire era cada vez mas pesado, ella se encontraba acostada con los ojos cerrados, una boca chueca y sus manos tensas, "No te vayas" decía, pero era demasiado tarde, ella ya no podría sonreir al verme, aun recuerdo que las palabras comenzaron a detenerse en lo mas profundo de mi, cada letra se atoraba y me ahogaba lentamente.

"¿Por que no fui ayer?" me preguntaba mientras me daba topes en la cabeza, cuando llegaron por ella, solo recuerdo haber visto una sabana que la respetaba de pies a cabeza, ella ya no podria reir de un mal chiste, o enojarse con la television, tomar un café sin azucar, o comer un chocolate envinado.

Ella se habia ido para siempre, y jamás la volvería a escuchar.

No hay comentarios: